Matthew Garcia, recientemente graduado de la Escuela de Profesiones de la Salud de Harlingen, pasó sus años en la escuela primaria leyendo libros, imaginándose que estaba en medio de donde se desarrollaba la novela, desde Escocia hasta Inglaterra.
Desde que Garcia leyó sobre lugares hermosos y exóticos, los viajes comenzaron a ser parte de su imaginación y surgió el deseo de visitar monumentos históricos narrados en los libros. Este joven, ahora de 18 años, descubrió el amor por la música al entrar a la secundaria.
Se sintió cautivado y maravillado por los instrumentos de cuerda que llenaban los escenarios de la Escuela Secundaria Gutiérrez. Fue entonces cuando tomó la decisión de unirse a la orquesta. Inicialmente, quería tocar el violonchelo, se sintió decepcionado al escuchar que el único instrumento disponible para él era la viola, un instrumento de cuatro cuerdas similar al violín, pero más grande y produce un sonido más profundo.
Sin embargo, Garcia no sabía que el escoger la viola lo llevaría a un futuro brillante y lleno de aventuras, muy parecido a los libros que leía siendo alumno de la escuela primaria Rodriguez.
“La agarré y me sentí muy emocionado”, dijo Garcia, y comentó que, durante su primera semana de clases de orquesta, le pidió a su maestro si podía tomar prestada una viola para practicar en casa.
“Recuerdo que fui el peor de la clase por algunas semanas”, dijo Garcia sonriendo y recordando cuando tomó por primera vez este instrumento.
Todos los días Garcia dedicaba horas a practicar, mejorando su habilidad y desempeño rápidamente. En aproximadamente dos meses, el director de la orquesta notó su gran talento para tocar y leer música y lo movió a la orquesta del equipo varsity en su escuela secundaria, donde se sentó entre los alumnos de 8vo grado. A partir de ahí, continuó mejorando como músico de viola, y finalmente, obtuvo la primera silla, lo que demostró su capacidad para crear música de forma más precisa y exquisita con la viola.
“Soy así para muchas cosas en la vida”, dijo Garcia. “Soy muy lento para aprender cosas, pero una vez que lo consigo, lo hago bastante bien de ahí en adelante”.
Otros notaron sus habilidades musicales, específicamente después de que obtuvo la primera silla en competencias regionales compitiendo con alumnos de los distritos de la parte baja del Valle del Río Grande. Su éxito llamó la atención de la exprofesora de música de la Universidad de Texas en Brownsville, Dra. Martha Placeres, la creadora de la orquesta de la universidad.
“Ella me escuchó tocar y dijo: ‘Este niño tiene que venir a tocar con nuestra orquesta’”, dijo Garcia, recordando con entusiasmo algunos de sus momentos más memorables como alumno de Harlingen CISD. “Yo dije, ‘¡Por supuesto!'”
Viajaba a Brownsville todos los miércoles para ensayar con “los universitarios”, y Garcia “le encantó” actuar y ensayar con la orquesta sinfónica.
Cuando Mrs. De Leon, su directora, recibió un paquete sobre el programa Carnegie Hall, le pidió a Garcia que participara en este programa de música altamente competitivo y reconocido al que asisten alumnos de escuelas privadas exclusivas de todo el país.
Como alumno de 10mo grado, fue aceptado en el programa e incluso ganó un lugar como segunda silla. En el 11er grado, Garcia se sentó en la posición de primera silla y viajó a Carnegie Hall para presentarse en la ciudad de Nueva York junto con algunos de los mejores músicos estudiantiles de viola. Fue allí donde se enteró de la National Youth Orchestra, a la que los músicos del Carnegie Hall describen como compuesta por los “jóvenes músicos más brillantes” de todo Estados Unidos. Es una audición altamente competitiva, y Garcia fue seleccionado para participar, lo que le permite embarcarse en una nueva aventura.
Fue expuesto a un nuevo nivel de música y personas de culturas y orígenes que no se encuentran comúnmente en el Valle del Río Grande.
Comenzó a llamar la atención de medios de comunicación nacionales como la National Public Radio. A Garcia le preguntaron: “¿Cómo es posible que este niño del sur de Texas tocara a este nivel?” Esto lo motivó a seguir rompiendo los límites.
La National Youth Orchestra le permitió a Garcia visitar y presentarse en China, Corea, Ecuador, Colombia, Taiwán y México, donde pasó gran parte de sus vacaciones de verano. La oportunidad de tocar en el extranjero lo llevó a tocar su viola frente a multitudes en algunas de las salas de música más importantes e históricas del mundo.
Este verano, Garcia viajará a Londres, Ámsterdam y Hamburgo, donde tocará en los pasillos que son el sueño de todo músico. Ha visitado muchos de los lugares de los que pensó que solo podría leer y ha conocido las culturas de Asia, América del Sur y en el futuro, Europa.
Cuando regrese de Europa este verano, Garcia se reunirá con sus padres en Cambridge para instalarse en las residencias universitarias de la Universidad de Harvard, la escuela de sus sueños. Tener éxito permanece en su mente, al igual que su deseo de continuar haciendo que su familia y la comunidad se sientan orgullosos de sus logros y experiencia mundial.
Ser aceptado en una escuela de la Ivy League, dijo, fue “probablemente uno de los mejores días de mi vida”.
Garcia planea concentrar sus estudios en Harvard en el desarrollo humano y la biología regenerativa con estudios secundarios en etnicidad, migración y derechos de las minorías.
Planea asistir a la Universidad de Nueva York para seguir una carrera como médico especialista en cirugía de emergencias traumáticas.
