Con mucha confianza tomó las baquetas, golpeando su batería roja y negra en el escenario del Centro de Artes Escénicas de HCISD, manteniendo el ritmo de la música de fondo que se escuchaba.
Con solo cinco años, Ethan Hernandez, estudiante de kínder de la Academia de Artes Lee Mean, ya demuestra su inclinación hacia la música, específicamente la batería.
Hernandez impresionó a una audiencia de directores del distrito y a otros administradores que se reunieron en el Centro de Artes Escénicas para una junta de trabajo en marzo.
Después de su actuación, el director Mike Reyes le otorgó a Hernandez una aceptación temprana y honoraria en la Escuela Secundaria de Artes y Ciencias Gutiérrez.
“Nuestro número ha ido en aumento, pero queríamos que Ethan supiera que ya ha sido aceptado”, dijo Reyes mientras le entregaba a Hernandez un certificado y obsequios de la Gutiérrez Jaguar Band.
El papá de Hernandez miraba desde la audiencia, grabando con orgullo toda la actuación.
“Ha aprendido solo”, dijo su padre Efraín Hernandez. “Ha estado tocando durante aproximadamente un año y medio”.
Aunque la pasión por la música es de familia, Hernandez aprendió a tocar la batería por su cuenta.
“Quiero decir, soy músico, pero no baterista y me enorgullece mucho solo verlo tocar y aprender así”, dijo su papá.
Su papá nos explicó cómo comenzó el interés de Hernandez por la batería.
“Empezamos a ir a una nueva iglesia en McAllen y siempre nos sentábamos al frente, así que él siempre escuchaba la batería”, dijo el papá de Hernandez. “Un día estaba dentro de su habitación y recogió muchas cosas y empezó a golpearlas. Por lo que le compramos una batería para Navidad y empezó a tocar y ver videos en YouTube. Así fue como empezó”.
El papá de Hernandez sostuvo la carita del niño con amor con una mano y dijo: “Él es mi alegría”.
Hernandez, de cinco años, respondió: “Mi alegría es mi amiga”.
Cuando le preguntaron a Hernandez qué quería ser de grande, respondió: “Estoy chiquito”.
Sin embargo, cuando se le preguntó si quería seguir tocando la batería, Hernandez respondió con entusiasmo: “¡Sí!”
