El lunes muy temprano por la mañana, las escuelas de Harlingen CISD lucieron muy animadas y con mucho movimiento mientras los maestros daban la bienvenida a los estudiantes al comienzo del año escolar 2019-20, un nuevo capítulo en la historia de Harlingen CISD.
En la Escuela Secundaria Coakley, el director Pedro Sánchez inició el nuevo año escolar reuniendo a los estudiantes en el gimnasio, donde la música y la alegría llenaron el ambiente antes de que los estudiantes se dirigieran a sus clases.
En las escuelas primarias, los directores y maestros disfrutaban ver a los padres dejando a sus hijos.
En un pasillo de la Primaria Treasure Hills, una estudiante muy sonriente, Emmalee Snavely, nos habló de la emoción que sentía en su primer día de clases.
Estoy muy emocionada de ver a mi maestra de lectura”, dijo Emmalee Snavely, estudiante de 5to grado de la Primaria Treasure Hills. “Mi materia favorita es lectura porque si tienes el libro correcto, te interesas mucho y no puedes dejarlo. ¡Un objetivo que tengo para el año escolar es obtener 100 puntos (en lectura acelerada)!”
Osman Moradel, estudiante de 11er grado de la Escuela de Profesiones de la Salud de Harlingen, expresó un entusiasmo similar para el próximo año.
“Me siento nervioso por entrar al 11er grado de Preparatoria, pero al mismo tiempo estoy emocionado”, dijo. “Va a ser un poco difícil, pero mis maestros realmente nos van a preparar para cualquier cosa que se nos presente”.
Mientras Snavely y Moradel están familiarizados con los pasillos de sus respectivas escuelas, otros están adoptándose a un ambiente completamente nuevo. Erika Galvan, una capacitadora académica quien ha trabajado con el distrito durante 13 años comenzó con mucho entusiasmo su primer año en la Primaria Treasure Hills.
“Todos me han apoyado mucho y recibido bien”, dijo Galvan. “La administración y el personal aquí trabajan muy bien en equipo, y me hicieron sentir como en casa. Pesar de que es mi primer año aquí, parece que ya he estado mucho tiempo con ellos”.
Galvan se enorgullece de su trabajo como capacitadora académica y está decidida a ayudar a los maestros en todas las formas posibles.
“Mi trabajo es ser un sistema de apoyo para nuestros maestros”, dijo. “Si un maestro establece una meta o quiere mejorar su práctica, puedo ir a su salón de clases, obtener información y brindarle consejos sobre cómo mejorar y ser un mejor maestro. Al apoyar a los maestros, indirectamente estoy ayudando a los estudiantes a lograr el éxito”.
Yolanda Lopez, una trabajadora de Nutrición Infantil en la Primaria Austin, se comprometió a darles a los estudiantes el mejor año escolar.
“En nuestra cocina nos hemos estado preparando para el nuevo año escolar con nuevas recetas”, dijo Lopez. “Debemos tener todos los ingredientes para las comidas que servimos. Estamos muy ocupados porque brindamos muchas opciones, pero nuestros estudiantes valen la pena”.
Galvan agregó que el amor por los estudiantes y su educación es la clave para tener un gran año escolar.
“Me encanta lo que hago”, dijo Galvan. “Trabajar con maestros y estudiantes me hace sentir muy feliz, así que mi consejo para cualquiera que trabaje en este ramo es asegurarse de que también sientan esa alegría”.
Sobre todo, Galvan está emocionado con ver crecer a los estudiantes.
“Aunque tenemos veranos libres, ese no es el beneficio real del trabajo. La ventaja del trabajo es sentir esa emoción de ver a tus estudiantes aprender, cuando tienen ese momento “¡Ajá!” y logran entender un determinado concepto o idea. Es bastante trabajo, pero de eso se trata”.
